
Hablaba mi viejo de su Ser en prisión.
Soltó lágrimas por entender
las paredes girando alrededor
los límites de la ventana
el tiempo coartado de alguna mirada.
Justo.
Los silfos soplaron la nuca
Estremecido, en simpatía
pasaron cantando las ninfas
La caricia, el obsequio, la brisa.
La sonrisa señaló.
en medio del tumulto el dedo dirigió.
…aún perdido en el fragor,
inerte, yermo en la prisión,
que se caiga tu atisbo en el presente,
punto vivo, donde se fugan las líneas,
ahí, donde se acaba el temor….
El secreto del silencio en el rumor
Trueno donde la risa se detiene
Se desquita la razón,
Solo somos…
Y compartimos la situación
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