jueves, 8 de abril de 2010



Un agujero puede ser entero de palabras
un lugar donde uno pasa y cae
ya ni la pregunta sobrevive a la caída
La vida se transforma mientras es otro el cuerpo
Cambia todo aquello temporal que el agujero pueda llegar a cambiar.

Se van tejiendo nuevos deseos aun antes de poder cuestionar
cuan lejos hemos de estar

Se han hundido los reflejos en esos símbolos
que sin resistencia nos han seducido

Un agujero entero de sonidos, de palabras de la garganta,
de la guitarra
de un paisaje leído con los ojos cerrados.
Van contando la vida del escenario más remoto al que nos han llevado.

Nos estamos riendo de la distancia y hasta olvidando la individualidad
cuando náufragos en la simbiosis alguien pregunta quién soy.

Silencio. Soy quien habla y quien escucha
Soy quien vive en el agujero y quien lo visita
quien cae, quien recibe
Soy entero las letras y los ojos,
Los sonidos y mis oídos.