
Cada dedo de tu mano cuenta las estrellas fogosas o no, a las que visitarás esta semana
y en el sábado cósmico, ni urgente ni desapasionado, irás al mirador que ya habías preparado
donde se ven claros los dibujos de tus lágrimas y sonrisas, las galaxias
adorarás a cada una y a sus colores, sus formas, serás amante hasta dormirte
tan consciente igual que tus sueños serán voces de alguien que justo esté escribiendo,
y de otro que mientras te encontró soplaba los vientos, serás las manos de aquella que te supo
todas las luces tendrán candor como cuando alumbra el fuego,
cerraremos los ojos en el silencio e inhalarás tan atento,
mientras despiertes, consciente, inhalarás tan atento y riendo
que elegirás con cada dedo una estrella para visitarla esta semana
vestido con el vestido que a cada uno más le guste, de agradecido no más porque ya estarás cerca igual
de la compañía que hemos construido, tan vasto y particular cada uno.
Cuanto habrás respirado en el instante en que nos ves escribiendo
en el momento tan vacío de agujas y tan lleno de tiempo en que estamos amando
células han muerto y otras nuevas serán mías por unos días
todo has cambiado de lugar mientras en el abrazo estuvimos quietos un segundo
y con todo, tan atento y riendo,
respirarás miles de años por cada sorbo de aire.